Publicado por Etelvina Diversion , martes, 20 de octubre de 2009 15:11
Te arrodillaste, victima sumisa, al placer que te producia.
burdo y simple, solo durabas segundos, te alcanzaba justo para regodearte frente a tu publico imaginario, contando historias de rara procedencia, historias que contabas como verdaderas.
Y ella mordio el anzuelo, se creyo princesa, se creyo diosa, y no hizo mas que caer en tu juego.
Y hasta dio para un blog :P