Publicado por Etelvina Diversion , sábado, 24 de octubre de 2009 20:10
Las llaves no contienen mares.
Tampoco esconden problemas, y me vuelven prisionera de mi desgracia.
Por eso no soy gran fan de las llaves, y si de las pastillas.
Es sorprendente como un par de gramos acarrean tanta felicidad.
Me hacen sentir que toco el cielo, sin importar cuantos demonios tiren para abajo.
Vencer a los propios demonios sin ayuda es duro, aunque mucho más gratificante