Publicado por Etelvina Diversion , jueves, 10 de noviembre de 2011 9:22
Habia hecho de cada desorden una pieza clave en su partido de ajedrez. Cada sintoma, cada sincope formaban parte, junto a miles de otros tormentos, de cada una de las 16 piezas esperando ansiosas el jaque al corazon.
Tenian las distracciones planeadas, las estrategias listas, la cabeza ya cantaba victoria. Pero el rey que se le oponia se mantenia firme e inmutable y jugo a conciencia, utilizo su arma secreta: Sonrio.
Y tiraron el tablero al suelo, ambos perdieron a su manera.
Del Caos surge la Creación. Si el ser humano pudiese ver los enormes cuadrados blancos y negros sobre los que está parado, patearía el tablero y se dedicaría a danzar, flotar, comer panqueques con mucho dulce de leche sobre un rinoceronte con sombrero de copa, o quizá nada, quizá sólo dedicarse a cerrar los ojos y rezar en arameo.