Publicado por Etelvina Diversion , domingo, 31 de julio de 2011 15:16
Segun las instrucciones, debia succionar el veneno y escupirlo. No estaba segura en que lugar cortar, tecnicamente nunca vio la serpiente morder y arruinar la carne. Sin darse cuenta que su cuerpo habia actuado por instinto, bajo la mirada y observo como la navaja violaba el plano impoluto que el dorso de su muñeca le ofrecia. El trazo siguio, dibujando todo tipo de espirales, todo tipo de reliquias. Beso y succiono suavemente cada remolino rojo que ahora yacia en su brazo. Y dijo Bon voyage, agradeciendo la excusa.
Mudó su piel una vez más. Oí sus cascabeles en la madrugada, oí su respiración agitada. Miré la hora; obviamente eran las tres de la mañana. Tres y un minuto.
Me asomé a la ventana, prendí un cigarrillo robado. Sonreí, muerto de frío. Y supe que el suelo estaba frío, cinco pisos más abajo.
Fede.-