Publicado por Etelvina Diversion , viernes, 10 de septiembre de 2010 23:47
Nunca hubo tiro tan certero, tomo dos minutos y mis rodillas ya estaban en el suelo. Tanta fortaleza, tantos años de terapia y ejercicios de respiracion, y sigo siendo ingenua.
Sali dispuesta a cazar, mostre los dientes y deplegue toda mi parafernalia lobuzna, pero heme aqui, arrodillada y sonriente. Las tardes quizas no son mis mejores compañeras o quizas los libros de filosofia me pierden y prefiero contemplar los pajaros, pero esa tardecita me perdi y me encontre en tu brazo, me encontre en tus marcas. Deje de poseerme sin pedir ser nunca dueña. La jugada me salio mal.
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