Publicado por Etelvina Diversion , domingo, 4 de abril de 2010 13:14
Se habia vuelto un acto rutinario, sin haberme percatado yo de eso.
Entrar, sacarme todo rastro del mundo externo, bañarme en tequila (bien recibido por las heridas, casi cauterizadas) y sentarme a contemplarte.
El desorden, el ruido de la habitacion, parecia detenerse ante tu presencia. Un halo te recubre, tan fria y eterna, frigida e impoluta.
¿Cuanto mas, cuanto menos?
Ahora venis, directo a morder. Tu bronca se ve en los ojos, ya no podes con vos.
Mordeme, si queres, hoy entiendo tu dolor.
Mordeme una vez mas, mi sangre es purpura.
Espero que hayas disfrutado el show.
¿Para que gritarte, orquidea salvaje, si las caras te son difusas?
Nunca cante para vos.
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