Publicado por Etelvina Diversion , jueves, 21 de octubre de 2010 14:03
Mientras ella reposaba en su pecho, simulando ser un ovillo de porcelana, el sonreia, dueño de uno de esos trofeos efimeros, dueño de una pedazo de historia. Le creyo cada una de sus palabras, cada una de sus caricias, sin darse cuenta que ella miente mas de lo que ama y muere mas de lo que escucha.
pendeja