Publicado por Etelvina Diversion , miércoles, 18 de noviembre de 2009 12:29
Me sente, acomode las luces y empece a escribir, sin tener una linea definida, pero involucraba monstruos cuyo alimento fetiche eran escritores jovenes. Eran bestias abominables, no se movian en grupos, eran salvajes, no tenian buenos modales y encima tenian los dientes amarillos. Eran repulsivos.
Las horas pasaban, y mis hojas (si, escribo en hojas... soy tecnofobo, o romantico, como quieran llamarle) pasaban de ser blancas a ser... negras, llenas de garabatitos con letras inentendibles. Ya tenia algo de sueño, cuando vi que las hojas se agrietaban, y salia una mano... cuando quise reaccionar, yo era solo un monigote mas en mis escritos. Los monstruos me habian raptado, mientras tanto, yo me reia solo, pensando en la gente que veria mis hojas, y se encontraria con mi monigote, revoleando los bracitos como loco.
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