drinks.
Publicado por Etelvina Diversion , martes, 7 de julio de 2009 6:46
Solo me basta con mirarlo, para hundirme en ese pasado, el que no supe aprovechar, el que nos condeno a una de las mejores amistades.
Creo que el nunca se dio cuenta de lo que yo sentía… O talvez decidió pasarlo por alto, pero, acá estamos, otro típico jueves en el café de siempre, con los temas de siempre: laburo, parejas, política, cuotas, etc.
Algunos jueves nos escapábamos de la rutina, y nos ahogábamos en nuestro pasado. Éramos felices con nuestra nostalgia.
Los últimos meses sentía una culpa tremenda. Lo veía y se me hacia un nudo en la garganta, mi cuerpo pedía a gritos que le dijera a pablo la verdad, pero mi cabeza se resistía. Sabia que una vez que vomitara mi verdad, nada iba a ser como antes.
Llego pablo. Lo saludo. Hoy esta mas lindo que nunca. Se ve rozagante, particularmente sonriente. Le pregunto a que se debe tanta felicidad, y me contesta:
-“hoy le compre el anillo a laura, le voy a pedir que se case conmigo”.
Silencio, de mi parte, solo un silencio. El seguía esperando mis felicitaciones.
El nudo en mi garganta exploto. Si, la verdad estaba a punto de salir, la sentía quemándome la sangre.
Tome coraje, y lo bese. El me miro desencajado, y me pregunto:
-“Tomas, ¿que fue eso?”
-“Nada, no me pude contener”, le respondí.
Silencio nuevamente. Los dos dimos el incidente como “ no ocurrido”.
Luego de un largo sorbo de café, nos pusimos a hablar de fútbol, pero ya nuestras miradas eran distintas.
Me recordo a lo que paso con un amigo cuando el estaba por comprar el anillo para su novia. A diferencia de que el no sabia como encarar la situacion para contarmelo.